No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado... Dejaré la La Moneda cuando cumpla con el mandato que el pueblo me diera.
Seguramente radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No
importa; me seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno, que fue leal a la lealtad del pueblo. El pueblo puede defenderse pero no sacrificarse; el pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco debe entregarse.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su
destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que mucho más
temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes
alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.