Hay cosas que me pasan que no sé ya no, digamos, como catalogarlas, sino más bien a quien se las puedo contar.
Hoy llegué del trabajo, recién, hace un ratito y levante todas las facturas que tenía amontonadas atras de la puerta. Entre todas las facturas había una carta.
NOTA: a todos los idiotas que piensan que el mail va a matar a las cartas de puño y letra piensen que en las carceles no hay Internet. Salvo que seas ex represor.
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